Desde poco después de los inicios de la automoción moderna, aparecieron en
Estados Unidos
los primeras transformaciones sobre coches de serie que sustituirían la
parte trasera por una plataforma de carga. De este modo se solucionaron
los problemas logísticos de muchos norteamericanos, que encontraron
vehículos idóneos para el transporte comercial y particular. Eran las
pick-up.
Historia de las Pick-Up

Con
la sustitución de la parte trasera de los coches de serie por una
plataforma se iniciaba el camino de un segmento que ha acabado por ser
el del vehículo favorito de los estadounidenses, y no sólo de ellos, ya
que, saltando fronteras, ha ganado adeptos en todo el mundo.

Las primeras pick-up eran transformaciones realizadas sobre bases de la
Ford T y A,
a los que se sustituía la parte trasera por una plataforma de carga.
Este sencillo invento permitía a muchos paisanos tener un vehículo no
sólo que también podía transportar de una forma rápida y cómoda las
mercancías de su negocio o granja.
Los hermanos
John y Horace Dodge, responsables de la mecánica de los primeros
500.000 Ford T, construyeron su primera camioneta durante la
Gran Guerra, a petición del gobierno de
Estados Unidos, pues eran conocidos sus recelos a producir este tipo de vehículos.

En
1918
esa camioneta creada para servir en el frente como ambulancia, fue
reconvertida y convenientemente rebautizada con el nombre de
Dodge Brothers 1/2 ton Screenside Commercial Car, una cuatro cilindros de 35 CV.

Ese mismo año,
Chevrolet lanzo su pick-up
490 Light Delivery, basado en el coche
490. Este, un cuatro cilindros de 21,7 CV, tenia de especial el hecho de ser la competencia directa del
Ford T. Paradójicamente, no fue hasta
1925 cuando este fabricante inicio la comercialización de su
Ford T Runabout, la primera fabricado en serie por la propia firma.

La escalada de potencias era cuestión de tiempo. En
1929, Chevrolet dio el primer salto con una seis cilindros en línea de 65 CV, la respuesta de
Ford llegó en
1932 con una V8 de análogas prestaciones; y un años después, en
1933, Dodge motorizo su gama con un seis cilindros.

Durante
estos primeros años, esas incipientes pick-up demostraron a todos su
polivalencia de uso y acabaron por conquistar a un público que ya no
entendía la historia de la automoción sin ellas. En los años cincuenta,
todo vehículo norteamericano que se preciaría debía lucir bajo su capot
todo un V8, tendencia que terminó de imponer la
Serie F de
Ford, en 1948, con la
F-150 Regular Cab.
Historia de las Pick-Up desde los años 1950s
Por su parte, en
1950, Chevrolet lanzo el modelo
3.800,
un seis cilindros de 90 CV que introdujo el cambio sincronizado para
evitar que el usuario tuviese que hacer la maniobra de doble embrague.
Esta época de posguerra se destacó por la evolución del diseño con
mejoras el nivel de habitabilidad y confort, a petición de los propios
usuarios; de este modo, en
1954, Chevrolet puso en el mercado el 3.800, de 112 CV y cambio automático
Hydramatic como opción.

Durante esta década,
Dodge produjo las
Series B y C, muy cómodos y fáciles de conducir. En
1948 las
Series B, de 500 y 750 kilos, montaban un seis cilindros de 95 CV, que se potenciaban hasta los 102 CV en el caso del modelo de una tonelada de carga.

En
1954 apareció la
Serie C, las primeras pick-up
V8 de Dodge, que partiendo de los 145 CV del modelo básico, alcanzaban en su versión de carburador de doble cuerpo, los 172 CV.

A finales de esa década, en Japón se estaba preparando una revolución.
Datsun (Nissan) lanzó su pick-up. A diferencia de los colosales monumentos V8 estadunidenses, la
Datsun era una discreta cuatro cilindros de 1.000 CC y 37 CV.

Su
éxito fue relativo en un primer momento, pero enseguida gozó de mayor
popularidad, cuando su motor fue reemplazado por un 1.200 CC de 60 CV.
Su consagración definitiva llegó en
1965 con la
Datsun 520, récord de ventas de importación.
Para entonces, otro fabricante japonés,
Mazda, tenia desde hacia dos años su
Serie B en el mercado, una pick-up al
estilo japonés, económica y compacta.

La industria europea no resulto ajena a este fenómeno, pero no tuvo éxito en su tierra natal; algunos modelos, como la
Peugeot 404 Pick-Up fueron producidas casi íntegramente para mercados ex coloniales, como el africano. En otros casos, como el del versátil
Land Rover, se limitaron a cubrir la cabina con un techo de aluminio.


Poco a poco fueron más los fabricantes que añadieron un modelo pick-up, diesel o gasolina, a su gama; éste fue el caso de
Mitsubishi, Nissan, Toyota o Isuzu en oriente, y
GMC y los tres grandes clásicos de
Estados Unidos.

En
la actualidad son vehículos que ofrecen un confort y una habitabilidad
sin reproches, junto con su proverbial capacidad de carga, ampliando un
poco más el campo, se abren nuevas vías de evolución con modelos y
prototipos tan sorprendentes como los
GMC Terradyne, Dodge MAXXCab, Volkswagen ACC (Amarok), el deportivo
Chevrolet SSR (con poco éxito), o el enorme
Dodge Power Wagon. Ahora la evolución sigue y la unión y fusión de segmentos creara nuevos estilos de pick-ups en el futuro.

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